sábado, 19 de junio de 2010

UN DIA DE CLASE ALLA POR LOS AÑOS CUARENATA O CINCUENTA .

GRUPO ESCOLAR GENERAL NAVARRO

Este grupo fue construido bajo la tutela de Dña. Amparo Martín Carrasco Inspectora, siendo tía de nuestra Madre Elisenda García Martín (Maestra Nacional y Parvulista de la Graduada Aneja de Badajoz.

El Claustro de Profesores estaba formado por los siguientes Maestros:

Primer Curso – Don Gerardo

Segundo Curso – Don Ángel Sánchez Encarnado

Tercer Curso – Gonzalo Murillo García

Cuarto Curso – Don Manuel Cabrera

Quinto Curso – Don Manuel Lozano.

Estos eran los Maestro que había cuando mi padre llega a General Navarro procedente de la Escuela de la calle Dogma (si a aquello se le podía llamar Escuela).
Posteriormente, no puedo concretar fechas, se crea un curso mas, o sea un Sexto, al que pasa mi padre y el Tercero que el tenia lo ocupa D. Saturnino Santibáñez, en estas fechas más o menos es nombrado Director del Centro Don Rafael Mellado Fuentes.


Con posterioridad y por jubilaciones de los Maestros anteriormente citados se incorporan al Centro, Don José Romero, Don Primitivo Buencuerpo etc. En estas nuevas incorporaciones llega al centro un Maestro discípulo de mi padre, compañero y amigo nuestro, por su edad, mas de José Maria, (lo especifico ya que por la Escuela pasamos los tres hermanos varones, pues de los siete que formamos “ la saga “ cuatro eran hembras y los otros tres varones, por orden de nacencia, José Mª, Alfredo y Manuel) Don Manuel Meléndez Martínez, como decimos este señor fu alumno de Gonzalo Murillo y posteriormente llego a ser Profesor del Centro.


UN DIA DE CLASE ALLA POR LOS AÑOS CUARENATA O CINCUENTA.

La jornada era partida: El horario de mañana era de nueve a doce y el de tarde de tres a cinco a excepción de los jueves por la tarde que teníamos libre.
Las clases eran numerosas, pasaban de los treinta y cinco alumnos, solo niños ya que las niñas tenían sus clases en el mismo edificio pero en distintas plantas. A los alumnos les impartían las clases Maestros y a las alumnas Maestras.

Los recreos también se tenían a distintas horas niños de niñas

El mobiliario era justo pero no malo, para los alumnos pupitres de dos plazas, con el asiento abatible y el tablero con una pequeña inclinación hacia el alumno y en la parte superior una pequeña franja horizontal en la que tenia alojados dos tinteros, (ya que en estos tiempos no existía el bolígrafo) por lo cual se escribía con pluma (Corona) montada sobre un palillero.

Diariamente en la entrada de por la mañana, formábamos en filas una por cada curso, en el pasillo del interior del centro, donde existía una Bandera Española y un Crucifijo.

El Crucifijo que también presidía todas las aulas del Centro, lógicamente y siendo algo infrecuente, podía existir alguien no creyente, quien era sumamente respetado tanto por los profesores como por los alumnos

Formados cantábamos el Himno Nacional, (no recuerdo de quien era la letra) y posteriormente se rezaban tres Ave Marías y, un Padrenuestro o una Salve durante el mes de Mayo, tras ello cada curso pasaba a su aula, no se cual era la razón pero lo cierto es que las clases aun siendo una graduada estaban formadas por alumnos de diferentes edades. Por lo que cada clase parecía una unitaria.
Al entrar en el aula, Gonzalo Murillo, lo primero que hacia era escribir en el encerado una jaculatoria siempre dedicada a la Virgen.

Debía de ser de sus años en las Escuelas del Ave María en Granada y al lado del Padre Manjón (Por cierto la escritura en el encerado la hacia con una letra inglesa, que con una tiza es un verdadero arte el hacerla). Nos daba unos minutos para leerla y a continuación comenzábamos el trabajo. Ponía en la pizarra los ejercicios que correspondiese a las asignaturas del día,que copiábamos en los cuadernos. Había una serie de ejercicios diarios, lectura, escritura al dictado y ejercicios de matemáticas que podían ser operaciones, problemas o cálculo mental. Creo que las asignaturas eran Matemáticas, Lengua, Geografía, Historia, Ciencias Naturales e Historia Sagrada. Matemáticas y Lengua eran diarias y por las mañanas.

El resto alternas y por la tarde. A continuación según la asignatura que tocase ponía los ejercicios correspondientes a ellas.
Lectura, era una de las tareas bonitas, nos repartían el libro de lectura. Estos libros tenían parte en prosa y parte en versos, fabulas y muchas partes de escritores extrémenos como Chamizo, Carolina Coronado etc. (sentimos no acordarnos del nombre de los citados libros), y nos reuníamos todos en torno a la mesa del profesor, haciendo un semicírculo.

Comenzaba a leer el profesor e inmediatamente y según el quería señalaba al alumno que tenia que continuar, cuando lo creía oportuno señalaba a otro y así hasta el final, por lo que tenias que ir siguiendo la lectura pues te podía tocar a ti y te podía incluso tocar dos veces.

Al final el profesor preguntaba a alguno que contase lo que se había leído, si este no lo explico bien preguntaba a otro.

Luego a cada uno le iba diciendo por ejemplo dime los tres primeros verbos de lo que has leído, lógicamente con el párrafo que se había leído por delante, a otro le pedía los tres adjetivos, tres pronombres etc.

Otras veces se hacían dos equipos y unos a otros se preguntaban del tema leído, artículos, sustantivos, verbos, adverbios, adjetivos, preposiciones etc. poniendo puntos positivos si se contestaba bien o negativos en caso contrario, de esta forma buscábamos apuntar al equipo contrario el mayor número de negativos.

Dentro de las clases de Lengua los dictados eran diarios algunos días se hacían del celebre Miranda Podadera, cuando eran de este libro, otra vez los dos equipos y el bombardeo de palabras del dichoso librito que se las traía en lata.

Se corregía leyendo el profesor lo escrito e iba indicando la ortografía de las palabras y cual era la regla ortográfica por la que así se escribía. Cada alumno en su dictado ponía una cruz si había cometido alguna falta, al final del dictado escribían las palabras que tuviesen cruz, haciendo con cada palabra una frase, posteriormente se quedaban los cuadernos en la mesa del profesor para su corrección.

En Matemáticas además de la lección y algún problema referente a ella, se dedicaba un tiempo al calculo mental ya fuese sumando, restando, multiplicando etc., en este caso volvían a funcionar los equipos.

En Geografía como no estábamos sobrados de mapas mi padre dibujaba en el encerado el mapa de España e íbamos saliendo para ponerle nombres a los cabos, ríos, lagos, cordilleras etc., al día siguiente había que llevar un mapa hecho por nosotros donde había que reflejar aquello que se había aprendido en clase.

En las clases de Historia además de fijar el siglo del reinado del que se tratase o el lugar y fecha de una batalla siempre nos contaba alguna anécdota o leyenda referente al tema como por ejemplo: Cuantos extremeños habían acompañado a Colon en alguno de sus viajes, o una leyenda de la toma de Granada en la que se dice que la reina Isabel tuvo ganas de churros y un noble por la noche entro en la fortaleza cogió a una mora que los hacia, para que de esta manera tuviese a la mañana siguiente cumplido sus deseos.

En esa época no había el Necesita Mejorar, Ni el Suficiente, pero sabias que una vez pasado el ciclo escolar tenias que examinarte de ingreso antes de entrar a estudiar primero de Bachiller que solo lo podías hacer en el Instituto, hasta la llegada de los Hnos. Maristas, en la calle Comedias de Badajoz.

El citado examen de Ingreso, que se hacia en el Instituto de Enseñanza Media, y constaba de dos partes un dictado, en el que una sola falta de ortografía te eliminaba y una parte oral en la que un tribunal te preguntaba sobre las materias que en tu paso por la escuela habías debido de aprender, la calificación, al menos en nuestra época era Apto o No Apto, había un Septiembre lo que no recuerdo era que hacia el que volviera a suspender en septiembre.



NUESTROS JUEGOS.

El recreo era de media hora, este tiempo como es lógico siempre nos parecía escaso. Los alumnos que formaban un curso eran verdaderos amigos, creo que pocos recuerdos tengo de alguna riña.

En estos tiempos no existían o al menos en nuestra clase diferencia entre las distintas clase sociales, todos éramos iguales y amigos sin tener en cuenta ni familia, ni sitios de residencias ya que en el curso los había de la calle Montesino, de Pardalera, de la calle de la Sal, Menacho o de la calle de las Peñas.

Los juegos aun siendo simples, ponías en ellos toda tu voluntad y te hacían consumir energía. Alguno de los juegos que recuerdo son “el marro”, “los platis”, “los guarros”, “los bolis”, “el salto de la mula”, los cromos, especialmente de futbolistas” etc. Como comentaba antes todos jugaban según sus cualidades a una u a otra cosa, pero si alguno trataba de fastidiar era fácil que al entrar en clase el profesor te lo reprochara ya que desde los cristales de la galería había estado siguiendo los juegos y la forma en que cada uno actuaba. En tiempos posteriores, estando aun algún de los tres hermanos en el Centro, se repartía en esa media hora y a quien lo quería leche y queso Americano, el pan había que traerlo de casa. (La leche que era venia en polvo, se hacía y calentaba allí. El queso era cremoso y de un color amarillo anaranjado.)
La última media hora de clase se dedicaba a cosas que necesitasen menor atención o a terminar algo que hubiese quedado pendiente.

Por la tarde se entraba directamente en clase y además de la asignatura que tocase se ponían los ejercicios para hacer en casa, que por cierto no eran muchos.

El sábado En la Escuela:

Los sábados se dedicaban por completo a la Redacción, Caligrafía, y Clases de Religión.

En cuanto a las redacciones, hay que resaltar que muchas de ellas trataban sobre aspectos relacionados con la familia, el amor a los demás, etc. Y eso porque mi padre adoraba a la figura de la madre. Después, la que consideraba la mejor redacción, era leída ante todos los alumnos de la clase.

En la jornada de tarde no faltaba ese día el rezo del Santo Rosario, de nuevo aparece aquí esta constante de su vida: el cariño de mi padre a la Virgen, a la Madre del Cielo. Tanto la quería que disfrutaba hablándonos de Ella. Luego, nos daba una breve explicación del Evangelio que se leería en la misa del Domingo.

Cabe destacar que en aquella época no había como hoy un libro para cada asignatura, existía El Nene para aprender a leer, El catecismo Ripalda como ayuda a la clase de Religión , y la Enciclopedia, compendio de todas las asignaturas con el nivel adecuado para cada ciclo.

EN EL CASO CONCRETO DE GONZALO MURILLO (NUESTRO PADRE)

En la Escuela nuestro padre, transmitía e inculcaba a sus alumnos, una serie de valores además de los conocimientos, pensamos que estos valores, a lo largo de nuestras vidas han sido tan importantes como los conocimientos

Estos valores, o al menos alguno de ellos son: una recia admiración por la maternidad, por ser la madre la que aglutina a la familia. Y no le costaba ningún trabajo admirar a la Madre del Cielo y de la tierra, pues uno de sus principales afanes consistía en imitar esas virtudes de las que las madres y por ende la Virgen están de sobra adornadas: el perdón, la generosidad y la entrega.
Otra de las ideas que mi padre nos transmitía era la entrega a tu profesión, el buscar siempre la forma de hacerlo mejor, en una palabra, superarte. El amor y la entrega a los demás, la rectitud, honestidad y el afán de hacerlo lo mejor posible en todas las facetas de tu vida y no abandonar nunca estos principios a cambio de nada.

Pero para nosotros y después de ver a sobrinos, nietos, en edad escolar, vemos que había también algo que sin darte cuenta ibas asimilando y es la tranquilidad y seguridad.
La razón creo que estaba en que ellos, los Maestros con mayúsculas, (ya que como en cualquier otra profesión habría de todo) tenían sus creencias totalmente firmes, no solo en su fe sino en su moral, ética, e incluso en sus conocimientos. Y además vivían de una forma totalmente consecuente con sus ideas en el caso de mi padre, recuerdo que sus clases particulares, había personas que preparaban una oposición y tenían treinta años o el hijo de un amigo que no iba bien, o al que además de las horas de escuela le hacia falta un empujoncito, esta hora fuera del horario que dedicaba a los alumnos que mas lo necesitaban, dio paso a lo que posteriormente se llamaba permanencia, y ya pasaron a ser remuneradas, además de sus horas de clase oficiales aun sacaba tiempo para llevar la Secretaria de Huérfanos de Magisterio o llevarle la contabilidad y preparar documentación para presentarla en los organismos Oficiales a las Monjitas de los Ancianos Desamparados.

Como anécdota podría contar una de las muchas, que a lo largo de su vida profesional ocurrieron. Una alumna terminado su bachillerato y para pasar a la Universidad tenia que examinarse en Sevilla de revalida, pero los padres ni podían llevarla ni permitían que se fuese sola, pues bien, mi padre la acompaño hizo su examen, paso a la Universidad y hoy ejerce orgullosa su Licenciatura. Esto que hoy parece una nimiedad hay que pensar en lo que era un viaje a Sevilla y además los gastos a un Maestro para colmo con siete hijos. 

Su vida estaba dedicada totalmente a su profesión su mujer y sus hijos y lo hacia poniendo el alma en ello sin escatimar esfuerzos para nada ni para nadie.

Por todo esto, hoy tan tontamente por nuestra parte, queremos plasmar en unos folios, cuando seguro que en quinientos me quedaría algo importante por decir.

Como reconocimiento a su dedicación honestidad y honda preocupación por enseñar y formar, le fue concedida la Cruz de Alfonso X el Sabio, y si esto tiene algún valor no es menos, que después de treinta años de haber ejercido en Trujillano, se le ponga su nombre a una de las principales calles del pueblo. Es cierto que él tenia un gran cariño a este pueblo y sabia que lo que había sembrado, había caído en buena tierra.

En Badajoz también hay una calle que lleva su nombre.

Permítanos citar solo un párrafo de la reseña que al DIA siguiente de su fallecimiento público el Diario Regional Hoy, refiriéndose a su persona, citamos textualmente:

“Hombre de limpio corazón, vivió entregado a su familia, en la que fue esposo y padre modelo, y a esa otra mas ancha familia de sus alumnos, a los que se entrego vocacionalmente y formo tanto con su ejemplo como con su ilusionado y competente trabajo”

Pero con todo esto, creo que su mayor orgullo y verdadero amor era, primero su mujer, Maestra también y con la misma pasión que él por la enseñanza, después sus hijos y otro trozo de ese gran corazón, sus alumnos.

La conclusión a la que llegamos viendo cómo se comporta la mayor parte de la sociedad de hoy, es que dudamos de todo, unas veces porque la ciencia en su avance ha establecido ciertos cambios, pero sobre todo y creo que lo más importante es que la sociedad e incluso la familia ha perdido el referente de sus valores y su ética ha quedado a un lado la fe, pero sobre todo se piensa de una manera y se actúa de otra, lógicamente más cómoda. Mucha gente de hoy llama familia sin saber su verdadero significado, no hay mas que ver, que la célula principal de la familia es el Matrimonio, Sacramento que une a una mujer y a un hombre, hoy matrimonio es simplemente unión de dos personas, lógicamente es difícil poder generar una Familia, al menos como se ha entendido a lo largo de los siglos.
Por todo esto, pierde la persona como tal, su dignidad, ya que al buscar una fórmula acomodaticia y fácil ha perdido valor y esta se siente vacía, en este cambio se necesita algo en que sustentarse y se llega a creer que los signos externos serán los que den fe de nuestro bien hacer, hemos llegado con esta forma de actuar a ser totalmente materialistas solo cuenta lo que tengas, lo que gastes, la ropa que uses, en esto quiere la nueva sociedad convertir nuestros valores.

Esto es lo que sin querer transmitimos a los pequeños.

Creo que nos salimos del tema “UN DIA DE CLASE ALLA POR ESTOS AÑOS CUARENTA O CINCUENTA” perdón, pero es que estos años fueron para nosotros esenciales, unos verdaderos cimientos para que sobre ellos se pudiera montar el entramado que soporta una vida y una Familia, que a veces es una tarea ardua, pero la que de verdad te da alegría y con la que te sientes verdaderamente feliz.

Solo queda agradecer a la Dirección del Centro, Claustro actual de Profesores, y tantos y tantos antiguos alumnos, que aún hoy, siguen dando muestras de cariño y respeto hacia nuestro Padre.

Gracias por la oportunidad de concedernos estas líneas, que nos han hecho revivir años tan felices.

José María, Alfredo y Manuel Murillo García

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